Calor De Hogar de Jesús Fernández Blanco

Paroles de chanson Calor De Hogar de Jesús Fernández Blanco

Calor De Hogar

Dame un abrazo mi noble esposa
y, al calorcito del dulce hogar,
mientras los pibes bailan y ríen
añoraremos la mocedad.
¿Te acordás, vieja, de aquella tarde
cuando temblando por la emoción
y acobardado por tu belleza
por vez primer te hablé de amor.

Como rojas amapolas
tus mejillas vi encender
y tus ojos se cerraron
como flor de atardecer.
De tus labios incitantes
un suspiro echó a volar,
y el lucero de la tarde
nuestras bocas vio juntar.

Felices años que en este nido
dieron sus frutos de bendición,
nuestros hijitos, que ya son hombres
buenos y honrados como tú y yo.
¡Cómo han crecido! Ya tienen alas,
pronto su nido querrán hacer,
y solos, vieja, nos quedaremos...
solos y tristes con la vejez.

Pero nuevas primaveras
han de dar flores de amor
y vendrán los nietecitos
a curar nuestro dolor;
con sus risas y sus cantos
nuestra vida alegrarán
y después... después mi vieja...
nuestros ojos cerrarán.

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